Wind

En estos días de aburrimiento estoy intentando moverme un poco por internet, aquí tenemos un trabajo de modelado en barro que realicé en clase y una cutre-animación que se me ocurrió... ¡espero que os guste!

























Enciende la cerilla...

Bueno, ya tardaba, pero esta vez ha sido en contra de mi voluntad, un accidente de tráfico me ha dejado un poco maltrecho y esto me impedía ponerme al ordenador durante estas últimas semanas ya que la espalda me mata, pero bueno, como me muero del asco hoy me dispongo a hacerme el fuerte y ponerme a enviar algún currículum y hacer  algún portfolio online... ya que no me puedo mover mucho, al menos moverme por internet, qué menos...

Como ya dije... aquí está mi idea de Hoguera Experimental que presenté al concurso del que hablé en la entrada anterior, no hubo suerte, pero yo al menos me quedé contento, y al menos la gente me comentó que les gustaba mucho y que era de las que más les gustaban y eso también es importante.


Pren el misto (Enciende la cerilla)

Con esta propuesta pretendemos representar tanto el proceso creativo, como el de madurez del artista al idear su hoguera.

Cualquier elemento, imagen, emoción o experiencia vivida es una cantidad ingente de información, alguna la desechamos, otras las mantenemos firmemente en nuestra memoria, otras pasan a nuestro subconsciente, pero todas ellas se van acumulando, todas forman parte importante de nuestra madurez como artistas.

Hablando del simbolismo de la obra podemos resaltar que esta hoguera representa cómo cada una de esas pequeñas ideas, imágenes y emociones, representadas por cerillas de vivos colores, forman una cabeza pensante. Cómo van acumulándose, desechándose, entrelazándose, apuntando hacia el cielo, el cual será nuestro único techo a la hora de crear.

Las cerillas se usan para encender un fuego mayor, “fuego”, una palabra clave en nuestra fiesta.
Por ello las cerillas son parte importante del simbolismo de nuestra hoguera. Cada una de esas pequeñas ideas, se van acumulando en busca de una cerilla que encienda la llama de algo mayor...formando una cabeza que aún no está completa, representando tanto ese proceso de madurez como artista, como a la hora de crear una hoguera. Comprobamos que algo tan presente en nuestras fiestas como la madera, va formando parte de un rostro que está imaginando, soñando, sintiendo la nueva obra que está por llegar.

Su lado derecho estás más formado, más definido, es más colorido, todo esto viene dado porque el lado derecho del cerebro es la parte que se encarga del arte, de la imaginación, de las emociones, la que hace saltar la llama, la que nos convierte en artistas. Mientras el lado izquierdo está más desestructurado, con menos color, no se ha llegado a formar todavía, pero ello no quiere decir que no aportará, ya que en un trabajo como éste se necesita también orden, inteligencia y muchas cosas que pensar, mostrándonos la dura realidad.

Esta obra es solo el cascarón, de ahí su forma, es la primera capa de nuestro futuro, algo más profundo está por llegar, de ahí que al asomarnos por el lateral de la cabeza podamos ver como en el fondo todo sigue sucediendo, ideas entrelazándose, formando algo más grande y lleno de color... esperando que llegue ese momento en el que algo encienda la llama...